La Contribución de la Universidad Pública al Desarrollo Social y Económico a través del Conocimiento y la Innovación

Abstract

Generar conocimiento en las instituciones de educación superior universitarias de carácter público no debe ser un objetivo en sí mismo. El conocimiento científico es un requisito para la innovación; y la innovación es un instrumento decisivo para potenciar el desarrollo social y económico. Como consecuencia, las políticas científicas públicas e institucionales no debieran tratar la promoción de la ciencia como una acción aislada, sino que es necesario que queden plenamente integradas en el conjunto del sistema educativo, social y socioeconómico. En los últimos años, hay un consenso creciente en la construcción de las políticas públicas en hacer referencia al triángulo de la innovación (ciencia, sociedad y economía) o al triángulo del conocimiento (universidad, investigación e innovación). Con algunas confusiones y contradicciones, va consolidándose una base común que vincula necesariamente la investigación con sus implicaciones económico-sociales y con la universidad y otros condicionantes de la mejora general de conocimientos y la innovación entendida en un amplio sentido. En la práctica, sin embargo, es habitual tratar las políticas en torno al conocimiento y la innovación a diferentes niveles de integración. En ocasiones, se circunscribe a la investigación en las instituciones de educación superior universitarias públicas; a veces, se trata de todo el sistema público de investigación y desarrollo o incluso del conjunto de la investigación, el desarrollo y la innovación promovida con fondos públicos e incluso al conjunto del sistema público-privado; en ciertos casos, las políticas científicas llegan a integrarse plenamente en los planes de desarrollo de los sectores sociales y económicos. El objeto de la presente comunicación es mostrar el análisis de la contribución de la universidad pública en el desarrollo social y económico identificando los factores que inciden en la generación de conocimiento que se produce en estas casas de estudio y cómo pueden estos conocimientos mediante su transferencia ayudar a desarrollar la estructura social y económica, destacando el papel clave que estas universidades desempeñan en los procesos de innovación; se plantea también la necesidad de fortalecerlas tanto para atender las insuficiencias en materia de recursos, como para ensanchar los vínculos con los sectores productivos y de bienes y servicios a fin de que puedan convertirse en una fuerza mayor que impulse el desarrollo social y económico.